¿Te has preguntado qué es ser un creador de contenido? Un creador de contenido es una persona experta en generar información, ya sea escrita o audiovisual, atractiva y de interés, capaz de posicionar una marca o atraer el interés de un público concreto o generalizado. Aunque estemos rodeados de creadores de contenido, en las aplicaciones digitales o en los medios, triunfar en el sector no es sencillo. Menos aún si nos fijamos en el ecosistema de la moda y la belleza, altamente competitivo y demandado.
En las formaciones impartidas por Condé Nast College, el campus universitario de la editorial homónima, responsable de algunas de las revistas más prestigiosas del sector como Vogue, GQ o Vanity Fair, el secreto del éxito está claro. Nos lo revela Alberto Moreno, director de la última mencionada, director del Curso Vogue en Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida y docente en otras formaciones como el Diploma Vogue en Dirección Creativa y de Arte Digital.
¿Qué se necesita para ser un creador de contenido?
“Para ser un creador de contenido se necesita tener una visión. Lo fomento siempre en las clases. Mi discurso es muy redundante: un editor es una persona que tiene una visión del mundo, tiene ganas y las habilidades suficientes para comunicarlas. Además, su discurso afecta a otros, puede calar”, explica Moreno.
Definir (y defender) un nicho
Para destacar como creador de contenido, es crucial definir un nicho específico en el que enfocarse. Identificarlo, te ayudará a dirigirte a una audiencia específica y a establecerte como una autoridad en ese campo.
“Soy un gran defensor del periodismo especializado. Es el que he consumido y el que me parece responsable a la hora de seguir”, introduce el experto. “Da las claves de manera fidedigna, sin intereses ocultos, y se contrasta fácilmente mirando los contenidos que hay debajo de cada firma”.
Moreno nos cuenta que como usuario, o desde que se graduara en 2007, este perfil le ha servido como un valor añadido, una forma de encontrar los mejores contenidos. “Cuando he querido saber la película que tenía que ver, he leído a mi crítico de referencia. Cuando he querido enterarme de la política internacional, he leído a mis periodistas de referencia. Eso es lo que nosotros intentamos todos los días en nuestras revistas”, dice refiriéndose al grupo, Vogue, Glamour, Vanity Fair, GQ, Traveler y AD. “La especialización es una puerta de entrada al universo Condé Nast”.
En búsqueda de un contenido de calidad
El contenido generado por un creador de contenido debe ser relevante, útil y atractivo para la audiencia. No importa el formato: podcast, blogs, vídeos, reels… lo que mejor se adapte a tu perfil y a tu audiencia potencial. La clave para lograr esto radica en “el rigor, la coherencia, el análisis y la fidelidad a tu marca”.
“Puedes ser un creador de contenidos en tu casa, manejando las plataformas, pero tu discurso debe ser sólido. No puedes estar rendido a las marcas y correr el riesgo de perder credibilidad. Alguien riguroso, coherente, analítico y que tiene ganas de llegar a una comunidad se lo toma muy en serio y es constante”, puntualiza.
Aptitudes a potenciar y consejos para aquellos que deseen dedicarse a la creación de contenidos de forma profesional
Además de su extensa y brillante trayectoria en el mundo de la comunicación, Moreno lleva varios años impartiendo clases en Condé Nast College; el periodista es una pieza clave del claustro. Su experiencia le ha permitido detectar el talento entre el alumnado y guiarlos hacia el éxito profesional. “Siempre les digo a todos mis alumnos que tengan curiosidad. Quiero que la gente se haga preguntas y busque respuestas. También les insto a leer, leer y leer. Intentar interesarse por todo lo que nos rodea, absorberlo y ser personas curiosas”.
“Lo que más me satisface de mi experiencia con los alumnos es que consigan cosas que se sentían incapaces de conseguir. Me gusta que tengan desparpajo, una cierta y saludable desvergüenza, que florezcan cada año. Los alumnos y alumnas se asombran y se echan las manos a la cabeza pensando que no podrán realizar las tareas encomendadas. Al final, se sorprenden al darse cuenta de que cuanto mayor es la exigencia, mayor es la satisfacción”, concluye.